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[/align]Natalie Portman se sometió a una "dieta muy estricta" y a largas sesiones de entrenamiento para afrontar uno de los mayores retos de su carrera: convertirse en una bailarina de ballet profesional en 'Cisne negro'.
El film, que llega hoy a las carteleras, le ha reportado ya el Globo de Oro y una nominación al Oscar, que se llevará casi con total seguridad. Su papel de Nina ha sido el que más trabajo le ha demandado desde el punto de visto físico, "porque empecé a entrenarme un año antes de comenzar el proyecto y continué durante todo el rodaje, lo que suponía 15 o 16 horas de trabajo cada día".
El esfuerzo, que la actriz califica como "extremo", le ha merecido la pena desde el punto de vista profesional, aunque también ha sido la despedida definitiva de Natalie Portman del mundo de la danza clásica. "Amo el ballet, pero ya he colgado mis zapatillas. Creo que ya lo he practicado suficiente a lo largo de mi vida. Soy demasiado mayor y ahora me gustaría practicar otro tipo de bailes", asegura la actriz, que este verano cumplirá 30 años.
DE NIÑA ACTRIZ, A NOMINADA AL OSCAR
Natalie Portman fue una actriz precoz. Siendo una niña protagonizó 'Leon. El profesional', a las órdenes de Luc Besson. "Cuando empecé a tomarme en serio el tema de la actuación, tuve que elegir. Era imposible seguir bailando durante dos o tres horas al día".
"Incluso aunque había ido a clase no sabía lo que suponía bailar a nivel profesional. Cada pequeño gesto tiene que ser especial, lleno de brillo y encanto. Sabía que iba a ser un desafío, pero no me imaginaba que resultara tan duro", concuye Portman.
Cuando "hace varios años" Darren Arofnosky ('El luchador') le habló de este personaje, Natalie Portman ya tuvo claro que el esfuerzo físico iba a llevar acarreado un verdadero desafío psicológico. "Nina, definitivamente, necesitaría años y años de terapia para arreglar su vida", afirma la actriz.
Pero lejos de suponer un problema para ella, esto fue un verdadero aliciente. "Me gusta probar todo. Mi principal criterio es hacer cosas que nunca he hecho. Personajes que me permitan explorar cosas nuevas".
"Todo lo que me daba miedo de esta película, me empujaba a la vez a aceptar el trabajo. Sabía que iba a ser muy duro, pero contaba con la complicidad de Darren y adoro su trabajo", asegura Portman.La actriz encuentra muchas similitudes entre el mundo del cine y de la danza ("se trata de captar la belleza que existe durante una fracción de segundo"), pero también encuentra alguna diferencia.
"Yo intento hacer mi trabajo lo mejor posible, pero la perfección en el cine es distinta que en el ballet. Realmente, lo que buscamos nosotros es la imperfección, ya que lo que perseguimos es hacer retratos de personas reales y, por tanto, de naturaleza imperfecta", asegura Natalie Portman, que con 'Cisne negro' abre una nueva etapa en su interesante carrera.
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