Una de las gratas revelaciones de este año es, sin duda, Karla Ortiz. Con solo 17 años se ganó a pulso el titularato en la selección de mayores que fue a la Copa Panamericana, al Premundial y al Sudamericano de Porto Alegre.
Hoy, con los 18 ya cumplidos, Ortiz espera demostrar que el voleibol peruano está en ascenso. Y su meta son los Juegos Bolivarianos. Allí, según Karla, el único resultado válido está en ganar el oro.
¿Cómo está el equipo de cara a los Bolivarianos?
Bien, creo que llegaremos mejor que a los torneos anteriores, porque tenemos un preparador físico y podremos contrarrestar la altura de Sucre (Bolivia).
¿No te ha chocado esta nueva etapa con el equipo?
Creo que a todas. En verdad, teníamos problemas en la parte física, pero ahora estamos más ligeras.
¿Qué se puede esperar de ustedes en los Bolivarianos?
La medalla de oro. No menos que eso. Mis compañeras y yo vamos con esa meta. Yo no pienso aceptar otra cosa que la presea dorada.
¿Sientes que el verdadero recambio generacional empezará en este torneo?
Me parece que ya empezó. Pero vamos de a pocos. Ahora hay una combinación perfecta entre las que fuimos menores en 2006, las de 2008 y las experimentadas. Aún estamos detrás de ellas y tenemos que igualarlas para luego superarlas.
Tú vas por buen camino…
Mi voleibol ha crecido mucho. Mi confianza también. Antes veía a Brasil como algo inalcanzable. Ahora lo veo de igual a igual y sé que con este grupo no pasarán años para superarlo.
¿De qué depende?
De cada una de nosotras. Ya verán el buen papel que haremos en el Mundial 2010. Los rivales se darán cuenta de que el Perú está avanzando.
Eres una guerrera…
Tengo buenos ejemplos. Mi padre (Carlos), Natalia (Málaga), Leyla (Chihuán) y Patty (Soto). Si no creemos en nosotras no llegaremos lejos.
¿Dedicas tus éxitos?
Sí, a mi padre. Y aprovecho para saludar a mi amigo Héctor Cheng por su respaldo.
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