En punto, mientras la “Caricia Radial” amagaba con debatir sobre el pasado, nuestras tres bellas “Panteras” se mostraron del otro lado del vidrio y, con su sola presencia, nos hicieron olvidar cualquier debate intestino para hablar realmente de lo esencial, que aquí además era bien visible a los ojos.
Y ellas seguían allí. Leticia Boscacci , Lucía Fresco y Yael Castiglione , con la compañía de
otra bella jugadora, su hermana Carla , decoraron y le dieron contenido a un nuevo programa de esos inolvidables, el número 68. Con camiseta argentina, con medalla, bombo y bandana para el festejo de ocasión.
“ Lástima que no ganamos antes. Sentimos dolor porque sabemos que estábamos para ganar. Pero haber derrotado a Perú en las semifinales nos motiva para lo que viene. Porque Perú es nuestro rival directo en Sudamérica”, arrancó la cordobesa Boscacci, cuya particularidad jesusmariense la ubica como habitante de una casa sin número. Así, insólito como lo lee y lo puede escuchar, la opuesta argentina invita compañeras a su casa, que nunca llegan en la ciudad del ex Alianza Jesús María.
La frescura de Lucía hace honor a su apellido. La jovencita nada quería saber como hablar mucho, pero se terminó soltando. Firme, personal y frontal, la otra opuesta nacional remarcó la importancia que tiene este paso sudamericano para las más chicas: “A nosotras la Selección de Perú nos dejó afuera del Mundial Juvenil , y la relación no es la mejor, sobre todo por la mala onda de ellas. Así que tuvo un lindo sabor haberles ganado”, contó la entrerriana.
Yael, la mejor sacadora del torneo, tomó la posta y lideró en palabras la legión pantera. “Estaba muy nerviosa, no podía creer lo que me estaba pasando. Tener la responsabilidad de ser la armadora de un equipo renovado era muy importante para mi y una incógnita para las chicas. Por suerte las cosas salieron bien”.
Además, las tres jugadoras argentinas dieron cuenta de la importancia de la gira previa ante Osasco de Brasil para encontrar el ritmo y el rodaje del equipo.
Hubo tiempo para detallar un viaje algo terrorífico, provocado por la misma tormenta que inundó, según sus palabras, la casa de Martín D.R. , en una noche para el olvido. El PF del equipo nacional y amigo de Morgan Leandro Lardone contó al detalle la caída de su humanidad ex ragbier de más de 90 kilos sobre la pobre Yael, regado con el vuelvo de un vaso de agua completo sobre la mejor sacadora del torneo. Bastit, que por entonces
manejaba su auto junto a Lardone, saludó a la mesa atento al nuevo sistema de scoring de los seguros automotores.
Las chicas se sumaron a la cadena de favores de Morgan (Ver arqueo de caja). Lucía con una camiseta actual de entrenamiento de selección, Yael con una de la temporada pasada y Leticia con un mail… ¿? Sí, como lee. “Les mando un mail, qué se yo”. La cordobesa , a horas de haber llegado de Brasil, y a horas de volver a irse, esta vez a Francia (Jugará con Melisa Callo e Ileana Leyendeker), además de aclarar que su placard es un bolso itinerante, no dejó de chequear los mails durante las dos horas milagrosas de Morgan. Es que la casilla parecía atrasada de sus días en Brasil.
Morgan la bancó, porque pusimos todo para que estuviera en el programa. Martín D.R. la asesoró para viajar de ida, y como no resultó bien y ella suele perderse (vive con una Guía T en la bandolera que no se saca de encima, como desconfiando de Morgan en forma permanente… y lo bien que hace), Eugenia C. le hizo compañía hasta su retorno triunfal y pasajero a Plaza Italia. Y eso que casi se queda afuera del subte, por los caprichos de un motorman que cerró las puertas intempestivamente. “¿Qué hacía si me quedaba afuera, me ponía a llorar?”, reconoció después.
Morgan lo hizo nuevamente, mientras se relajó con el Top Chart de Eduardo Rodríguez , el nuevo manager de Boca Juniors y analizamos la Copa Argentina Sub 14 con el retornado Sergio L., que metió el cambio por el ausente por enfermedad conyugal Víctor T.
Amagamos con debatir, pero no tuvimos tiempo. Amagamos con analizar la elección por el vóley para la vida, pero no teníamos buenos argumentos. Amagamos con hacer un calendario del vóley femenino, y eso sí nos entusiasmó bastante. Pero en la mayoría de las cosas, y como siempre, nos quedamos en el amague.
